Cómo utilizar las flores de dagga silvestre - Buenas prácticas y ejemplos

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Métodos de uso

Dagga salvaje (Leonotis leonurus) se suelen utilizar de diversas formas. Los métodos más populares son preparar las flores secas en infusión, fumarlas o utilizarlas en tinturas y extractos. A algunas personas también les gusta añadir flores de dagga silvestre a mezclas de incienso o utilizarlas en aromaterapia. Se considera que los efectos de la dagga salvaje son ligeramente eufóricos y relajantes.

  • Té de hierbas: Remoja las flores secas en agua caliente
  • Fumar: Utiliza flores secas en pipa, pipa de agua o como cigarrillo liado a mano
  • Tinturas y extractos: Infusiona las flores en alcohol o glicerina
  • Incienso y aromaterapia: Quema las flores secas o utiliza el aceite esencial
Naranja silvestre - Dagga silvestre (Leonotis)

Dagga salvaje (Leonotis leonurus), también conocida como cola de león o cannabis salvaje, es una planta con flores originaria de Sudáfrica. Sus coloridas flores tubulares se utilizan tradicionalmente por sus suaves efectos euforizantes y relajantes. Aunque la dagga salvaje no está relacionada con el cannabis, se cree que algunos de sus compuestos activos interactúan con los receptores cannabinoides del cerebro, produciendo un sutil efecto calmante. 1. Los efectos se consideran mucho más leves que los del cannabis.

Preparación del té de dagga silvestre

Para preparar flores de dagga silvestre como tisana:

  1. Empieza con 1 cucharadita de flores secas de dagga silvestre por taza de agua. Ajusta la cantidad a tu gusto personal y a la potencia deseada.
  2. Lleva el agua a ebullición y retírala del fuego.
  3. Añade las flores secas al agua caliente y déjalas reposar durante 10-15 minutos. Cuanto más tiempo se deje reposar, más fuerte será el té.
  4. Cuela la materia vegetal y disfruta de tu té de dagga silvestre. Si lo deseas, puedes añadir miel u otras hierbas para mejorar el sabor.

La dosis típica de té de dagga salvaje es de 1-2 tazas al día. Empieza con una cantidad menor y ve aumentándola gradualmente para evaluar tu tolerancia y sensibilidad personales. Los efectos suelen sentirse a los 30 minutos de beber el té y pueden durar unas horas. 2.

Fumar Dagga Salvaje

Otra forma popular de utilizar la dagga silvestre es ahumar las flores secas. Para preparar la dagga silvestre para fumar

  1. Asegúrate de que tus flores de dagga silvestre estén completamente secas. Puedes colgar las flores frescas para que se sequen al aire, o utilizar un deshidratador a baja potencia.
  2. Una vez completamente secas, tritura o muele las flores en trozos más pequeños. Puedes utilizar las manos, tijeras, un molinillo de hierbas secas o incluso un molinillo de café diseñado para hierbas.
  3. Las flores trituradas o molidas se pueden fumar en pipa, pipa de agua o liadas en un cigarrillo con papel de liar. A algunas personas les gusta mezclar la dagga salvaje con otras hierbas para fumar, como la damiana, la artemisa o la hoja de frambuesa.
  4. Utiliza una malla en las pipas para evitar que la materia vegetal sea aspirada. Empieza con unas caladas poco profundas y espera unos minutos para sentir los efectos iniciales antes de seguir fumando.

La dosis para fumar dagga silvestre varía en función de factores como la potencia de las flores y la sensibilidad personal. Una dosis típica es de 50-200 mg de flores secas por sesión. 1. Es mejor empezar poco a poco e ir despacio. Los efectos aparecen a los pocos minutos de fumar y pueden durar 1-2 horas.

Cómo hacer una tintura de dagga silvestre

Para hacer una tintura de dagga silvestre:

  1. Llena un tarro de cristal de 1/2 a 3/4 de su capacidad con flores secas de dagga silvestre.
  2. Vierte el alcohol que prefieras sobre las flores hasta cubrirlas por completo. El alcohol de 80-100 grados, como el vodka, funciona bien. Para una opción sin alcohol, utiliza glicerina vegetal alimentaria.
  3. Cierra bien el tarro y guárdalo en un lugar fresco y oscuro. Déjalo en infusión durante al menos 2 semanas, agitando suavemente el tarro cada uno o dos días.
  4. Al cabo de 2-4 semanas, cuela el líquido con un filtro de café o una estopilla para eliminar el material vegetal. Guarda la tintura terminada en un frasco cuentagotas de cristal oscuro.

La dosis típica de una tintura de dagga silvestre es de 2-4 ml tomados 1-3 veces al día 3. Empieza con una dosis y una frecuencia menores y ajústalas según sea necesario. Las tinturas pueden tomarse directamente bajo la lengua o mezcladas con té o zumo. Los efectos pueden sentirse en 15-45 minutos y durar unas horas.

Utilización de la dagga silvestre como incienso o en aromaterapia

La dagga silvestre también funciona bien como incienso o en aromaterapia. Para utilizarla como incienso, basta con espolvorear las flores secas sobre un disco de carbón en un quemador de incienso y disfrutar del humo fragante. También puedes añadir unas gotas del aceite esencial a un difusor o quemador de aceite. Se dice que el aroma es calmante y estimulante.

Sea cual sea el método que elijas, es importante que obtengas tus flores de dagga silvestre de una fuente acreditada. Busca flores secas que sean fragantes y hayan conservado sus vibrantes colores, lo que indica que se recolectaron y secaron con cuidado. Empieza con una dosis baja para ver cómo reaccionas antes de aumentar lentamente la cantidad. Aunque la dagga silvestre suele considerarse segura, puede interactuar con los medicamentos y puede no ser apropiada para todo el mundo. Consulta a tu médico si tienes alguna duda.

Conclusión

En resumen, las flores de dagga silvestre ofrecen una variedad de agradables métodos de consumo, tanto si prefieres sorber una relajante tisana, relajarte con una agradable fumada o utilizar una cómoda tintura. Sus sutiles efectos tranquilizantes y que elevan el estado de ánimo han hecho de la dagga silvestre una elección popular entre los entusiastas de la hierba que buscan una alternativa legal y más suave al cannabis.

Referencias

1. Nsuala, B. N., Enslin, G., y Viljoen, A. (2015). El "cannabis salvaje": Una revisión del uso tradicional y la fitoquímica de Leonotis leonurus. Revista de Etnofarmacología, 174, 520-539. https://doi.org/10.1016/j.jep.2015.08.013
2. Mazimba, O. (2015). Leonotis leonurus: Una revisión de la fitoterapia. Revista de Farmacognosia y Fitoquímica, 3(6), 74-82. http://www.phytojournal.com/archives/2015/vol3issue6/PartB/3-5-42.pdf
3. Mnonopi, N., Levendal, R. A., Mzilikazi, N., & Frost, C. L. (2012). La marrubiina, un componente de la Leonotis leonurus, alivia los síntomas diabéticos. Fitomedicina, 19(6), 488-493. https://doi.org/10.1016/j.phymed.2011.12.008