A veces es difícil encontrar el jabón adecuado. Cada persona tiene una piel distinta, así que lo que funciona para unos no funciona para otros. Los productos comprados en las tiendas suelen contener más sustancias químicas de las que puedes contar con las dos manos. Lo más seguro es que te lo hagas tú mismo. Y lo creas o no, hacer tu propio jabón es más fácil de lo que imaginas. Este artículo te ayudará a encontrar el aroma, los ingredientes y el tacto adecuados para el jabón perfecto.
Cómo hacer jabón
Para empezar, debes cubrir tu zona de trabajo. Basta con papel de periódico. Ponte los guantes y otras prendas protectoras. Un ingrediente que no se puede sustituir es la lejía, que puede corroer la ropa y dejar quemaduras, así que asegúrate de prepararte adecuadamente. Mide el agua en el tarro pequeño y ten preparada una cuchara. Mide la lejía y asegúrate de que tienes exactamente ¼ de taza. Vierte con cuidado la lejía en el agua, sin dejar de remover. Apártate mientras remueves para evitar los vapores, ya que la lejía puede ser peligrosa.
Cuando el agua empiece a aclararse, déjala reposar mientras pasas al siguiente paso, que es coger otro tarro y mezclar tus aceites. Debes calentar tu mezcla de aceites y agua y esperar hasta que estén a 120°. Una vez que se hayan enfriado entre 95° y 105°, puedes empezar el siguiente paso. Ten en cuenta que esto es fundamental para hacer jabón, si quieres que tu jabón salga perfecto.
Cuando la lejía y los aceites estén a la temperatura adecuada, puedes verter los aceites en un cuenco para mezclar. Añade la lejía, removiendo hasta que esté totalmente mezclada. A continuación, remueve la mezcla durante cinco minutos. Después, puedes seguir removiendo o utilizar una batidora de inmersión. La mezcla de jabón se aclarará de color y se volverá más espesa. Cuando tenga el aspecto de un pudin de vainilla, estará en su "traza", ¡y habrás completado este paso!
Añade tus hierbas, aceites esenciales u otros complementos y remuévelo todo junto. Vierte la mezcla en moldes y cúbrelos con film transparente. Puedes ponerlos en una toalla y envolverlos, lo que mantendrá el calor residual e iniciará el proceso de saponificación.
Recetas
Jabón de aceite de coco
33 oz de aceite de coco
4,83 onzas de lejía
12,54 oz de agua
Este jabón no sólo huele de maravilla, sino que es extremadamente sencillo de hacer, gracias a los pocos ingredientes que se necesitan para elaborarlo. Frotarlo directamente sobre la piel crea un efecto muy denso, por lo que, para algo burbujeante, se sugiere utilizar una esponja o un estropajo.
Jabón de limón
1 1/2 tazas de base de jabón básico o de manteca de karité, cortada en cubitos
de 4 a 6 gotas de aceite esencial de limón
cáscara de limón seca
Si buscas una receta fácil, prueba a utilizar una base de jabón de leche de cabra, que puedes encontrar en la mayoría de tiendas de manualidades. El aroma cítrico de este jabón es tan atractivo, ¡que querrás darle un mordisco!
Jabón de lavanda
1 1/2 tazas de base de jabón básico o de leche de cabra, cortada en cubitos
de 4 a 6 gotas de aceite de lavanda
flores de lavanda ecológicas
Lo bueno de este jabón es que no sólo limpia bien tu cuerpo, sino que es estéticamente agradable, gracias a las flores. Sin embargo, las flores no son necesarias y pueden eliminarse de esta receta, en caso de que vayas a guardar este jabón para más adelante o simplemente no te guste la textura.
Jabón Chai Latte
3 oz de aceite de palma
3 oz de aceite de coco
3 oz de aceite de oliva
1 oz de manteca de cacao
1 oz de aceite de ricino
1 1/2 oz de lejía
3 1/2 onzas de agua
Ésta es una receta más compleja, pero merece la pena el esfuerzo extra por su aroma y eficacia general. Si eres amante del té chai como yo, este jabón es imprescindible. No sólo huele divinamente, sino que limpia tu cuerpo mejor de lo que puedas imaginar.
Jabón de cacao y menta
1 1/2 tazas de base de jabón de manteca de karité
1 ó 2 cucharadas de cacao en polvo
1 ó 2 cucharadas de menta fresca picada
de 6 a 10 gotas de aceite esencial de menta piperita
Aunque la textura de este jabón puede ser a la que no estés acostumbrado, es soportable si quieres oler bien y parecer limpio como una patena. Incluso puedes espolvorear un poco de cacao en polvo por encima, ¡pero ten cuidado de no confundirlo con un postre!
Jabón de calabaza
4,19 oz de lejía
8 oz de agua
16 oz de aceite de oliva
8 oz de aceite de coco
3 oz de aceite de girasol
3 oz de manteca de cacao
2 onzas de calabaza en conserva
Justo a tiempo para las fiestas. Este jabón de calabaza puede utilizarse en un intercambio de regalos, o puedes guardártelo para ti y darte una ducha caliente, dejando tu cuerpo con un olor maravilloso. Además, puedes añadir un remolino de vainilla al jabón mezclando un poco de extracto de vainilla, pero si decides hacerlo, asegúrate de aumentar ligeramente la cantidad de aceites para que la vainilla no diluya el color.
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